Por Gerardo Diaz Valles
Seguido me hacen la pregunta: pero quién es realmente Silvano
Abarca Macklis?. Pronto caigo en cuenta que se muy poco: que es nativo del
municipio de Ensenada aunque sus raíces familiares vienen de las zonas
selváticas de los Estados de Guerrero y Veracruz, que estudió para abogado en
la UNAM de donde acuña su modo de hablar, pausado, intelectual tipo izquierdoso
guerrillero pero con acento costeño al arrastrar las eses y pegar las vocales
con las pes. Escuchamos diversas expresiones en torno a ese fenómeno llamado
Silvano, el mismo que despreciaban tanto los actuales panistas perfumaditos y
el que tanto temían los chabacaneros del PRI. Bien recuerdo los rostros
desencajados ante la posibilidad de que se postulara. Aunque otros aseguran que
la errática administración de los dos gobiernos del PRI, prácticamente le
entregaron en bandeja la presidencia de nueva cuenta a los azules, ahora
revueltos en una melcocha de alianza que apunta literalmente para una “cena de
negros”, sin agravio del indicado. “Es un naco a quien no le entendemos el
modo, no sabemos por que la gente lo sigue”, “Se la pasa de tentalichi”, “es un
libidinoso”, “es un borrachote”, “Es un político que habla mucho y cumple poco”,
me recalcan algunas de las mentes pudibundas y ultra conservadoras de un sector
de Rosarito, por desgracia aun incrustada en puntos clave del gobierno.
Efectivamente los detractores mas grandes casi siempre son los de casa. Y es
que el fenómeno político que encarna Silvano, es digno de atención de propios y
extraños, baste recordar que proviene de la llamada “Cuna de la Democracia” en
México (“haiga sido como haiga sido”), y que por su forma claridosa, mustia e
incisiva de decir las cosas, ligado siempre a Ernesto Ruffo, a Pablo Alejo
López y otros panistas considerados en algún tiempo de avanzada, su
estilo personal le ha valido ser relegado por algunos panistas también harto
conocidos. “Es un mustio, es un ladino y un baquetón de marca”, “Un carbón bien
hecho”, son otras de las expresiones que hemos colectado. Es un sujeto que solo
habla mucho, que hasta pone su carita para decir que le interesa algún tema,
pero que esa es precisamente su estrategia de “engañabobos”, que hay que
creerle la mitad de lo que dice y la otra mitad hay que ponerle filtros (esta
última no la entendí muy bien). Pero en aras de ser equilibrados, agregaríamos
que también hemos escuchado o percibido que es un hombre bien intencionado. Una
persona humilde que adora a su familia, que le gusta hacer reuniones en su
patio (por donde se pasea un gato pinto y hay una imagen de la Virgen de
Guadalupe al centro), un hombre maduro y medido, de gran corazón, a quien le
gusta estar siempre alegre, hacer bromas de todo, incluso de sí mismo. Por esto
es que consideramos le ha merecido una distinción muy aparte dentro de la
desgastada fauna política, con tanto relamido, acartonado y exótico merolico.
Total que sea como sea, Silvano Abarca tiene en sus manos la valiosa
oportunidad de callarles la boca a sus no pocos detractores, también a los de
afuera, de sacarse la espinita, aun cuando se encuentra rodeado de una bola de
vivales (por algo será). Consiente y también de aquel conocido refrán que dice
que “nunca segundas partes, fueron mejores”. Y que Dios nos bendiga a todos: Un
venturoso 2014 para todas y para todos. Comentarios al gerdov00@gmail.com