Por Gerardo Díaz Valles
No el de “El Chavo del Ocho”, el “Kiko” con “K” de Kiko Vega, Francisco Arturo, aquel candidato carismático que derrotó al “Diablo” y lo mandó hasta La Patagonia. El candidato de la alianza que prometió que, de llegar se convertiría en Gobernador del Estado, sería el mejor jamás habido, el que decía “que la gente manda”. Pero qué le pasa a Kiko Vega?, muchos nos preguntan en espera de alguna respuesta, mas el silencio se interpone dominante, nos quedamos sin argumentos. Unos aseguran de aquel ex Alcalde de Tijuana, ex Diputado, ex Secretario y ex amigo para muchos de ellos me lo dicen con un dejo melodramático poco o nada queda…”. “A ese señor lo perdimos”, “sigue en la luna de donde ya no regresará”, “le pegó el complejo Jaime Díaz”, “no, está siguiendo los pasos de EPN”, “se lo chupó la bruja de la política malsana y perversa”, “está enamorado, loco perdido, construyendo su nuevo nidito de amor” “amasando una asquerosa fortuna”, etc., etc., luego nos ponemos a pensar y tratamos de ver la situación un poco más ecuánime, pues muchos de los que esto nos dicen tan seguros, son justamente personeros de otros politicastros incluso panistas o allegados a ex mandatarios de ese partido. Si bien el 2014 se puede decir que fue difícil para todos, en nuestro estado se percibe un marasmo, estancamiento e inmovilidad, con un desempleo galopante, escasa obra pública, una pobre coordinación en seguridad, magros resultados en la promoción de inversiones y mínima proyección o la planeación del desarrollo, falta pues un mejor ánimo y percepción de los bajacalifornianos, normalmente benévolos con su gobernante, esperanzados de que “todo habrá de mejorar”. Y es que Kiko Vega, consideramos es un hombre de trabajo, un hombre que sabe de números, de promociones, una persona bien intencionada afanada en llevar a nuestro estado a mejores niveles del desarrollo y del progreso. El heredero de “Los Ultimos Mohicanos” del panismo regional, continuador del legado de Don Salvador Rosas Magallón, de Don Norberto Corella Gil Samaniego, de Don Alfredo Arenas, de Don Héctor Terán, “El Caballero de la Política”, y de tantos otros hombres valiosos de lucha, ideólogos y visionarios del Partido Acción Nacional quienes no pueden quedar decepcionados del actual gobernador. Kiko Vega deberá esforzarse más para remontar esta “malilla”, para no decepcionar a tantas personas que depositaron en él su confianza. Rodearse de quienes le ayuden y no que lo perjudiquen, escuchar a la gente, pero sin poses ni faramallas. No hacerlo le llevará a pasar a la historia como quien le dio al traste a los gobiernos humanistas, o quien pasará “sin pena ni gloria” a la historia, quien se encargó de sepultar tantos años de lucha y quien envió todos estos años al confinamiento de las buenas intenciones, al baúl de los recuerdos, quien se desgastó y se desentendió por completo de su alta responsabilidad de gobernar a Baja California.
