ABCdiario político XVIII

* "Todo poder público dimana del pueblo (No de Hugo ni Toño), y se instituye para beneficio de éste" (En beneficio del pueblo, no de Hugo ni de Toño)


En los más recientes días, ha sido motivo de fuerte polémica y bastante controversia, los intentos de reconciliación al interior del Partido Acción Nacional que al hacerse del conocimiento público, han terminado por profundizar la de por si deteriorada situación del gobierno del Ayuntamiento de Playas de Rosarito, y de paso, ahondar y agravar la extrema división y polarización de las fuerzas políticas de este municipio, que pasa por una de sus peores crisis políticas, económicas y sociales.
No hay unidad, pero si esperanza para el municipio de Playas de Rosarito, aunque ésta tiene su principalísima fuerza y vocación en la iniciativa auténticamente ciudadana y no en los desatinos de los políticos que en sus resentimientos muy personales, no alcanzan a entender, o entendiéndolo no les importa faltar al principio fundamentalísimo, que se encuentra inscrito en el artículo 39 de la constitución de los Estados Unidos Mexicanos y el 5º. De la Constitución del Estado que a la letra dice: “todo poder dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste” y agrega: “la Soberanía Popular se ejerce a través de los poderes (públicos) legalmente constituídos”.
Nada más ajeno a la voluntad popular, ni nada más distante del beneficio del pueblo, que los conflictos, ya no de dos corrientes políticas ideológicamente antagónicas, sino de resentimientos muy personalísimos entre Hugo Eduardo Torres Chabert, y Antonio Macías Garay.
Expliquémonos:
Una reunión entre Oscar Arce Paniagua, precandidato electo a diputado federal por el VIII Distrito y el Secretario de Finanzas del IV Ayuntamiento, Juan Carlos Romero Sapiens, dio como resultado que éste último, reconocido como el más cercano colaborador del alcalde Hugo Eduardo Torres Chabert, aceptara, junto con varios de sus empleados directamente bajo su responsabilidad en el gobierno municipal, diversos cargos de principalísima importancia y responsabilidad estratégica, en el comité de campaña del Partido Acción Nacional, que encabeza nadamás y nadamenos, que el archirival del señor presidente municipal, y también exalcalde, Antonio Macías Garay.

Destacan en este acuerpamiento del Comité de Campaña del Partido Acción Nacional, la presencia del Secretario de Administración del IV Ayuntamiento Juan Carlos Romero, con un cargo de similar envergadura y denominación, como “administrador” del Comité de Campaña panista, y de Héctor Reyes Orrantía, Director de Desarrollo Económico del municipio que preside Hugo Torres Chabert, como “enlace” del comité de campaña del blanquiazul partido que dirige Antonio Macías Garay.

Los hechos muestran clara y contundementemente el acuerdo entre Antonio Macías Garay y Hugo Eduardo Torres Chabert.

Lo preocupante es lo escandaloso que ha resultado tal unión que ha sido objeto de múltiples expresiones de condena de políticos ligados a ambos grupos que descalifican, deslegitiman, cuestionan ponen en entredicho, e incluso invocan la cancelación de dicha alianza y plantean la siguiente disyuntiva: O el alcalde Hugo Torres Chabert corre del gobierno a los que aceptaron tener tratos y acuerdos con Antonio Macías Garay, o estos rompen sus acuerdos con el exalcalde panista, para que las cosas queden como estaban antes en el terreno de la intolerancia mutua, la cerrazón, el golpeteo, las descalificaciones, los reproches, que jurídica y legalmente no tienen ninguna consecuencia, pero que si rompen con la estabilidad política del gobierno y el municipio.
Yo no sé a quien carajos le importe tanto que se mantenga este espectáculo tan grosero y deprimente como el que hemos observado en los últimos años y que rebaja la política a nivel de chisme de vecindario, del pleito diario, del insulto cotidiano, y de pasarse a cada hora y a cada momento, como dice mi buen amigo Ray, “chinga, que chinga, y chinga que chinga”.
La política, no es otra cosa que el instrumento para el acuerdo.
No hay razón, por lo tanto para escandalizarse si Hugo Torres Chabert y Antonio Macías Garay ya tuvieron un entendimiento.
Lo preocupante es que el antagonismo muy personalísimo y particular entre ambos, si está perjudicando muy severamente el principalísimo objetivo y razón de ser de la política bien entendida: El buen Gobierno.