Los funcionarios también lloran
* Ya ni chinga el Síndico, dejó sin radio a funcionarios: HTCH
* Francisco Rojas, los dejó sin el "chat" con los novios y novias
*...Y Montero les quiere quitar los guaruras
Las hermanas Cuqui, Cuquita y Celina Ortiz, especialistas en cursos de superación personal ofrecieron a empleados del Ayuntamiento de Playas de Rosarito un curso para que aprendan a ejercitar el cerebro.
Habrá que esperar algo de tiempo para ver los resultados, pero por lo pronto los funcionarios se dieron tremenda divertida con la “técnica del Pinocho”, que consiste en jalarse la nariz sin respirar, para que les circule oxigeno en el cerebro y se les desentuma, este que es el más importante músculo, y el que menos utilizan los que desempeñan algún cargo gubernamental, según lo explicaron las hermanas Ortiz, que fueron contratadas por Andrés Luna Rodríguez y el alcalde Hugo Torres Chabert, quienes las presentaron, como “expertas en psicología” y superación personal.
El alcalde Torres Chabert, consideró que el no necesita de este tipo de ejercicios, por lo que se concretó a inaugurar el curso y se dio a la fuga, justo cuando Cuquita, pidió a los presentes tomar posiciones para emular al personaje conocido porque le crecía la nariz con cada mentira que decía.
Realmente es una idea bastante positiva que los funcionarios públicos aprendan a ejercitar el cerebro, aunque sea solamente 5 minutos diarios. La inversión en este tipo de cursos, está más que justificada.
Que lastima que no invitaron a todos los regidores y funcionarios de primer nivel para que aprendieran algo de provecho, en vez de pasarse todo el tiempo navegando en el Internet desde sus computadoras visitando las páginas tres equis, las de hi fi, y no se cuantas otras donde ofrecen citas, y hasta ayuda para encontrar pareja, y cuanta cosa.
Hace unos cuantos días, el director de informática, Francisco Rojas, les bloqueó a todos los funcionarios el acceso a este tipo de páginas, razón por la cual ahora andan superenojados, con caras largas y los ojos irritados, porque se les acabó la diversión.
El enojo de los funcionarios es generalizado, porque ya no pueden consultar otro tipo de páginas que no sean las de alguna institución gubernamental. Adiós los intercambios de fotitos de amiguis, los mensajitos y el Chat con novios y novias virtuales.
La crisis económica que resiente el IV Ayuntamiento, ha obligado a que se tomen medidas para terminar con una serie de privilegios personales de que gozaban, y gozan aún muchos distinguidos funcionarios públicos, que se daban vida de “pirruris” a costa del erario público.
Para que el lector se de una idea del grado de irritación de los superfuncionarios porque se les están acabando estos privilegios hace unos días, el alcalde Hugo Eduardo Torres Chabert, se encontraba en reunión de trabajo con un grupo de empresarios para acordar medidas de promoción y protección al turista con motivo del inicio de la temporada del Spring Break.
El alcalde interrumpió su discurso para contestar una llamada en su Nextel, y asombrados los empresarios y representantes de organismos de la sociedad civil, le escucharon exclamar con tremendo enojo: “Ya le dije al Síndico que ya ni chinga..”.
Después se supo que el motivo del enojo era porque Aristidides Valdespino Arevalo, quien cobra como síndico municipal, ordenó retirarles los aparatos de radio nextel, a funcionarios de la Dirección de Comunicación Social y la Secretaría de Finanzas, bajo el argumento de que solamente los utilizan para asuntos personales.
La sindicatura “decomisó” 14 aparatos de radio nextel, dejando a igual número de funcionarios, molestos e incomunicados.
En un nuevo episodio de esta que ya parece telenovela del tipo “los funcionarios también lloran”, el Secretario de Seguridad Pública, Eduardo Montero Alvarez, sostuvo hace unos días una larga reunión con regidores para hacerles una advertencia que nuevamente los hizo poner el grito en el cielo, pues les dijo que si no le aprueban un incremento de 400 mil pesos a su presupuesto, va a dejar sin el servicio de protección personal, a al menos una veintena de funcionarios públicos, que suelen pasearse por el municipio, rodeados de guaruras, los que ostentan como parte de su lujoso estilo de vida que llevan desde que asumieron el poder.
Indudablemente que hay rangos y categorías de funcionarios públicos que por su nivel de riesgo y responsabilidad, requieren cierto tipo de protección personal, pero lo que menos se pide es que sea “con medida”, como dice cierta publicidad de bebidas alcohólicas.
El poder si no se toma con medida, emborracha y vuelve locos a los que no lo saben manejar.
La ostentación de poder que hacen ciertos funcionarios, es considerada como un insulto para el ciudadano común y corriente, que no ve ninguna utilidad pública en destinar casi una tercera parte del presupuesto asignado a Seguridad Pública, (según las cifras del propio Capitán Eduardo Montero ante el Cabildo), en protección a funcionarios públicos.
Si al menos eso sirviera para erradicar la corrupción y la infiltración de grupos criminales en la policía municipal, si eso sirviera para tener calles más seguras, pero ni una cosa ni la otra.
El colmo de los colmos, es que existen regidores con dos o tres policías para su protección personal, o funcionarios como el director de Servicios Médicos Municipales, que a menos que ellos sepan algo que no le han dicho a la población, evidentemente no lo justifican.
¿En que andarán metidos que requieren vigilancia policíaca las 24 horas del día?
Solo ellos lo saben.
Lo que si es un hecho es que la crisis económica que arrastra el Ayuntamiento, ya no da para seguirles pagando estos lujos.
Si quieren seguir ostentándose como “poderosos” los van a tener que pagar de su propia bolsa, o despídanse de su chofer, guarura y mejor amigo.
Habrá que esperar algo de tiempo para ver los resultados, pero por lo pronto los funcionarios se dieron tremenda divertida con la “técnica del Pinocho”, que consiste en jalarse la nariz sin respirar, para que les circule oxigeno en el cerebro y se les desentuma, este que es el más importante músculo, y el que menos utilizan los que desempeñan algún cargo gubernamental, según lo explicaron las hermanas Ortiz, que fueron contratadas por Andrés Luna Rodríguez y el alcalde Hugo Torres Chabert, quienes las presentaron, como “expertas en psicología” y superación personal.
El alcalde Torres Chabert, consideró que el no necesita de este tipo de ejercicios, por lo que se concretó a inaugurar el curso y se dio a la fuga, justo cuando Cuquita, pidió a los presentes tomar posiciones para emular al personaje conocido porque le crecía la nariz con cada mentira que decía.
Realmente es una idea bastante positiva que los funcionarios públicos aprendan a ejercitar el cerebro, aunque sea solamente 5 minutos diarios. La inversión en este tipo de cursos, está más que justificada.
Que lastima que no invitaron a todos los regidores y funcionarios de primer nivel para que aprendieran algo de provecho, en vez de pasarse todo el tiempo navegando en el Internet desde sus computadoras visitando las páginas tres equis, las de hi fi, y no se cuantas otras donde ofrecen citas, y hasta ayuda para encontrar pareja, y cuanta cosa.
Hace unos cuantos días, el director de informática, Francisco Rojas, les bloqueó a todos los funcionarios el acceso a este tipo de páginas, razón por la cual ahora andan superenojados, con caras largas y los ojos irritados, porque se les acabó la diversión.
El enojo de los funcionarios es generalizado, porque ya no pueden consultar otro tipo de páginas que no sean las de alguna institución gubernamental. Adiós los intercambios de fotitos de amiguis, los mensajitos y el Chat con novios y novias virtuales.
La crisis económica que resiente el IV Ayuntamiento, ha obligado a que se tomen medidas para terminar con una serie de privilegios personales de que gozaban, y gozan aún muchos distinguidos funcionarios públicos, que se daban vida de “pirruris” a costa del erario público.
Para que el lector se de una idea del grado de irritación de los superfuncionarios porque se les están acabando estos privilegios hace unos días, el alcalde Hugo Eduardo Torres Chabert, se encontraba en reunión de trabajo con un grupo de empresarios para acordar medidas de promoción y protección al turista con motivo del inicio de la temporada del Spring Break.
El alcalde interrumpió su discurso para contestar una llamada en su Nextel, y asombrados los empresarios y representantes de organismos de la sociedad civil, le escucharon exclamar con tremendo enojo: “Ya le dije al Síndico que ya ni chinga..”.
Después se supo que el motivo del enojo era porque Aristidides Valdespino Arevalo, quien cobra como síndico municipal, ordenó retirarles los aparatos de radio nextel, a funcionarios de la Dirección de Comunicación Social y la Secretaría de Finanzas, bajo el argumento de que solamente los utilizan para asuntos personales.
La sindicatura “decomisó” 14 aparatos de radio nextel, dejando a igual número de funcionarios, molestos e incomunicados.
En un nuevo episodio de esta que ya parece telenovela del tipo “los funcionarios también lloran”, el Secretario de Seguridad Pública, Eduardo Montero Alvarez, sostuvo hace unos días una larga reunión con regidores para hacerles una advertencia que nuevamente los hizo poner el grito en el cielo, pues les dijo que si no le aprueban un incremento de 400 mil pesos a su presupuesto, va a dejar sin el servicio de protección personal, a al menos una veintena de funcionarios públicos, que suelen pasearse por el municipio, rodeados de guaruras, los que ostentan como parte de su lujoso estilo de vida que llevan desde que asumieron el poder.
Indudablemente que hay rangos y categorías de funcionarios públicos que por su nivel de riesgo y responsabilidad, requieren cierto tipo de protección personal, pero lo que menos se pide es que sea “con medida”, como dice cierta publicidad de bebidas alcohólicas.
El poder si no se toma con medida, emborracha y vuelve locos a los que no lo saben manejar.
La ostentación de poder que hacen ciertos funcionarios, es considerada como un insulto para el ciudadano común y corriente, que no ve ninguna utilidad pública en destinar casi una tercera parte del presupuesto asignado a Seguridad Pública, (según las cifras del propio Capitán Eduardo Montero ante el Cabildo), en protección a funcionarios públicos.
Si al menos eso sirviera para erradicar la corrupción y la infiltración de grupos criminales en la policía municipal, si eso sirviera para tener calles más seguras, pero ni una cosa ni la otra.
El colmo de los colmos, es que existen regidores con dos o tres policías para su protección personal, o funcionarios como el director de Servicios Médicos Municipales, que a menos que ellos sepan algo que no le han dicho a la población, evidentemente no lo justifican.
¿En que andarán metidos que requieren vigilancia policíaca las 24 horas del día?
Solo ellos lo saben.
Lo que si es un hecho es que la crisis económica que arrastra el Ayuntamiento, ya no da para seguirles pagando estos lujos.
Si quieren seguir ostentándose como “poderosos” los van a tener que pagar de su propia bolsa, o despídanse de su chofer, guarura y mejor amigo.
