
* Aseguran autoridades completo control de la enfermedad
* Descartan saturación de hospitales de alta especialidad
México, .- Con base en estudios epidemiológicos y serológicos que se han realizado en México, se estima que a un año de que se presentó la epidemia de Influenza A(H1N1) 20 millones de personas se han infectado por ese nuevo virus que representó la primera pandemia del siglo XXI.
El comisionado especial para la Atención de la Influenza Humana, Alejandro Macías Hernández, informó a Notimex que por el contacto de la gente con este nuevo virus y la vacunación de 23 millones de mexicanos se prevé que no se tenga un rebote importante, gracias a la protección e inmunización de la población.
"Estos enfermos en su gran mayoría tuvieron cuadros leves, y de hecho esos 20 millones asociados a los que se ha vacunado nos da una muy buena inmunidad, lo que nos permite pensar que ya no vamos a tener un rebote importante", explicó el infectólogo del Instituto Nacional de Ciencia Médicas y Nutrición "Salvador Zubirán".
Este vienes 23 de abril se cumple un año de que se decretó la alerta epidemiológica, que continúa aunque con medidas más relajadas que en un principio, cuando se suspendieron clases, actividades económicas en el país, y se recomendó no asistir a estadios, misas y cines para evitar aglomeraciones que representaran peligro de contagio.
Entre las recomendaciones que se mantienen está el uso del gel antibacterial, la limpieza con cloro de superficies donde se labora y juguetes, si se tienen síntomas ir de inmediato al médico y no automedicarse, así como taparse con el antebrazo al estornudar o toser.
En entrevista informó que a un año de que inició la epidemia de influenza A(H1N1) la hospitalización ahora es de aproximadamente la mitad de enfermos que cuando se registró el pico más alto en México, que fue en octubre de 2009 con aproximadamente 160 infectados.
De acuerdo con lo que reporta el Sistema de Hospitales de Alta Especialidad, tanto de pacientes en piso como en terapia intensiva, se tienen actualmente alrededor de unos 80, de los cuales 30 necesitan máquina para respirar y están en terapia intensiva.
Conforme a los reportes más recientes de la situación actual de la epidemia en México se tienen alrededor de 72 mil casos confirmados, lo que de ninguna manera representa a los que se han infectado, y se tienen contabilizadas alrededor de mil 180 defunciones.
Aseguró que existe completo control de la enfermedad en el país y que de hecho en prácticamente en toda la República los hospitales se encuentran sin saturación.
"El único que en estos momentos tiene un número poco usual es el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), y eso es porque la gente acude porque lo identifica como un hospital especializado en problemas respiratorios, pero en el resto de la República no hay un número grande de pacientes", indicó.
El funcionario federal explicó que ningún país del mundo puede confirmar todos los casos de influenza, ya que sería muy difícil y prácticamente imposible, y que por ello es que se realizan estudios epidemiológicos y serológicos, y de ahí se desprende la estimación de que en México ya deben haberse infectado unos 20 millones.
Detalló que no todos los grupos son parejos, unos se infectaron más que otros, por ejemplo los escolares y jóvenes menores de 45 años de edad la proporción de infección puede llegar hasta 40 por ciento, pero en personas mayores de 45 años puede ser menor de 15 por ciento.
Con relación a la campaña de vacunación contra influenza A(H1N1), destacó que México demostró al mundo que tiene una gran tradición de vacunación y sobre todo que la gente no se creyó las mentiras en torno a la inmunización.
"El total de la gente respondió muy bien, en México no hubo ningún problema para la vacunación como sí tuvieron incluso países desarrollados. La gente no creyó en patrañas, pensó que la influenza se podía prevenir con la vacuna e hizo filas para vacunarse", aseguró.
Precisó que se han aplicado alrededor de 23 millones y medio de vacunas y que prácticamente se está a unas semanas de terminar la campaña, pues sólo faltarían por aplicar unas cinco millones, ya que dos millones se reservarán principalmente para las embarazadas, y recordó que se adquirieron en total 30 millones de dosis.
Expresó que es un gusto cómo ha evolucionado la campaña de vacunación y felicitó a la población que respondió de manera favorable y que no creyó en las "patrañas" que se inventaron en torno a la vacuna.
"Cuando se empezó creí que iba a ser mucho más difícil de lo que finalmente fue, y creo que la gente en general requiere una felicitación", concluyó el comisionado para la Atención de la Influenza Humana.
Ven reducción en la frecuencia de virus A(H1N1)
Desde noviembre pasado en México y en el mundo se ha registrado una disminución de la frecuencia del virus de la influenza A(H1N1), contrario a lo que se temía en diciembre que era un nuevo brote del mal, señaló Malaquías López Cervantes, de la Facultad de Medicina de la UNAM.
En entrevista el experto dijo que a un año de que la alerta sanitaria subiera a un nivel máximo “la epidemia se frenó y dejó de tener la actividad que mostró durante el resto del año. Eso nos pasó a nosotros aquí en México y ha sido una enorme sorpresa para todo el mundo”.
Indicó que no hay una explicación coherente. “No hay, que yo conozca, algún tipo de consenso que explique qué fue lo que sucedió”.
Sin embargo él tiene su teoría: “el contagio se diseminó tanto que el propio virus generó inmunidad” entre un número importante de la población y esto, a su vez, creó una barrera para su transmisión.
“En términos prácticos quiere decir que hubo mucha más gente que la que nos imaginábamos que se contagió que no tuvo episodios clínicamente importantes, que a la mejor le pasó casi desapercibido el contagio pero desarrollaron inmunidad”, expuso.
Entonces, explicó, con el tiempo se agotó el número de personas susceptibles. “Es el equivalente a las barreras que van creando a las vacunas. Pero aquí parece que se dio de manera natural”.
El experto fue designado por la UNAM su representante para participar en el grupo que creó el gobierno capitalino con el propósito de consultar la situación epidemiológica y para presentar algunas recomendaciones durante la alerta que el país vivió en 2009.
A pregunta expresa sobre si la gente requiere la vacuna consideró que es algo que se debe discutir, pues las dosis contra la influenza son útiles durante cierto periodo y después ya no porque el virus cambia.
Entonces, detalló, año con año hay que crear una vacuna que tome en cuenta todas las mutaciones acumuladas durante el año anterior. En este caso se ha llegado a la etapa en la que se elabora una nueva vacuna para la siguiente temporada.
Por ello, apuntó, la vacuna que correspondió a la temporada que está por concluir “no tiene mayor utilidad para la población, si es que el comportamiento va a seguir por la misma línea que hemos visto en años anteriores con virus similares”.
Apuntó que “nos quedamos un poco colgados de la brocha” porque primero fue difícil conseguir la vacuna, pero fue mucho más difícil su aplicación. Al final se rompieron los protocolos y se vacunó a todo el que la quisiera y en todos lados, y aún así no se acabó.
El experto opinó que “aparentemente la vacuna no influyó gran cosa en el comportamiento de la epidemia”, pues el modelo 2009 de la enfermedad ya lo pasamos, “ya se agotó o parece que ya está agotado”.
No obstante, advirtió, llegará el modelo nuevo. Este mismo virus acumula mutaciones y la próxima temporada regresará con suficientes cambios para afectar a la población de nueva cuenta.
Los anticuerpos que se adquieren contra una versión del virus dejan de ser útiles un año después cuando aparece otra. “A finales del año vamos a tener una nueva vacuna”.
El experto trabaja en el grupo interdisciplinario que se organizó entre diversas instituciones universitarias y de salud para dar seguimiento del mal, pero desde hace varias semanas no hay reuniones debido a que bajó la intensidad.
“Me preguntan que si lo que se decidió aquella noche del 23 de abril respecto de las medidas de distanciamiento social estuvo bien o no. Yo suelo contestar que tampoco había muchas alternativas.
“En ese momento solamente había sólo dos referentes: había un nuevo virus y también muertos. No se sabía si el virus iba a ser muy agresivo o si iba a provocar una gran mortandad y había que actuar de una manera extrema para tratar de frenar los contagios.
“La historia nos enseñó que, en realidad, el impacto de estas medidas de distanciamiento social fue leve. A la mejor cuando se tomaron ya el contagio había tenido una diseminación muy importante entre la población. No es fácil saber eso al principio”.
Destacó la importancia de estar preparados para el futuro, para que la población no vuelva a vivir esa angustia.