"El fuego amigo"
A un año de la administración del IV Ayuntamiento de Playas de Rosarito, inicia la ruta crítica del gobierno municipal, en donde la expectativa ciudadana es que el alcalde Hugo Torres Chabert, lleve a cabo una profunda y seria revisión de lo hecho por sus principales colaboradores, y proceda a realizar cambios al más alto nivel, en aras de darle un rumbo y dirección definida, que se traduzca en resultados, después de un periodo inicial caracterizado por los conflictos internos entre funcionarios; el desconocimiento y la inexperiencia de algunos otros que dedicaron los primeros 12 meses “a aprender” aunado a la caótica y terrible experiencia que representa la psicosis generada por los hechos de violencia en este municipio.
Se sabe que al alcalde Hugo Torres Chabert, no le gusta que se le presione, ni se le diga cuales son los cambios que se tienen que hacer, mucho menos, si las sugerencias involucran a ciertos personajes con quien le unen viejos y muy fuertes lazos de amistad.
Si algo tiene el alcalde Torres Chabert, es que es de los que pone una fe ciega en los amigos, en quienes ha depositado una confianza que no siempre ha sido recíproca, pues han sido éstos, los amigos, los que no han permitido que avancen los proyectos del alcalde.
El ejemplo emblemático de esto que se dice fuerte y quedito en los corrillos de la “Casa Municipal”, es el caso del Secretario de Finanzas y Administración Pública del IV Ayuntamiento, Juan Carlos Romero Sapiens, a quien se atribuyen una serie de “errores” y no pocos caprichos, que han resultado en un elevado costo político y económico para la administración que encabeza Torres Chabert, que han terminado perjudicado seriamente a áreas estratégicas del gobierno municipal, principalmente el área de Seguridad Pública, Desarrollo Social y Obras Públicas, eso sin contar los graves problemas de liquidez que tuvieron la mayoría de dependencias para cumplir con sus obligaciones contraídas con proveedores del ayuntamiento.
El Secretario de Seguridad Pública, Eduardo Montero Alvarez, es de los pocos, por no decir el único, que se ha atrevido a señalar públicamente la responsabilidad de Romero Sapiens, a quien le ha imputado, en público y en privado, la culpa de la Policía Municipal, no tenga los insumos más elementales para cumplir su tarea.
A decir de Montero Alvarez, por culpa de Romero Sapiens, las Patrullas de la Policía Turística, se encuentran “empeñadas” en un taller, luego de que el Secretario de Finanzas no libera los recursos para que se les sean entregadas a los oficiales que en vez de andar cumpliendo con su deber en las calles, se la pasan acuartelados viendo televisión.
Otra que le endilgó Montero Alvarez a Romero Sapiens, es el retraso en la adquisición de uniformes y botas, porque el Secretario de Administración y Finanzas, hizo todo lo que estuvo a su alcance para evitar su adquisición, alegando ciertos procesos de licitación, que se llevaron casi un año; aunque el reglamento de compras establece plazos máximos de un mes, para llevar a cabo este tipo de operaciones.
Pero no es Montero Alvarez el único que se ha quejado de Romero Sapiens.
Manuel Zermeño, aquel que fuera coordinador financiero de la campaña de Hugo Torres Chabert, y quien ocupara por espacio de algunos meses, hasta junio del presente año, el cargo de Oficial Mayor del IV Ayuntamiento, pronosticó al momento de su salida, que la confianza que Hugo Torres había depositado en Romero Sapiens, iba a ser la causa de muchas de sus desventuras.
Antes de irse, Zermeño, sostuvo una reunión en el restaurante Pelícanos, con regidores priístas del IV Ayuntamiento, y con algunos funcionarios de primer nivel emanados de ese partido, para exponerles el enorme riesgo que representaba para el gobierno municipal y el propio alcalde Torres Chabert, lo que denominó “la capacidad de intriga barata” y “chantaje sentimental” con que Romero Sapiens buscaba asumir el control de la administración pública municipal.
Zermeño, advirtió que no aceptaría ser reinstalado, antes de dar su versión de lo que llamó una “infamia” que le había inventado el Secretario de Administración.
Se ventiló en la mesa de esa reunión que cierta tarde, Romero Sapiens se presentó ante las oficinas del alcalde Torres Chabert, para plantearle una situación delicada que ameritaba la renuncia del oficial mayor.
Romero Sapiens, se presentó acompañado de un chamaco –cuyo nombre se omite por razones obvias—y acusó a Zermeño de acoso sexual. Romero Sapiens solicitó al alcalde la renuncia del oficial mayor, apercibiéndole de que en caso de negativa, se procedería a presentar una denuncia penal, la cual afirmó ya se encontraba elaborada.
Zermeño se quejó de que todo había sido una maniobra de Romero Sapiens, quien afirmó entonces, “fue a chantajear” al alcalde, con armar un escándalo de proporciones mayúsculas, si el oficial mayor no era removido.
Como quiera que hubiera sido, Zermeño obtuvo una jugosa liquidación de seis dígitos, porque el suyo fue un “despido injustificado”, al no habérsele probado fehacientemente el señalamiento de acoso.
La liquidación de Zermeño, impactó seriamente las finanzas de la administración pública.
Pero no fue el único costo financiero que ha tenido que absorber el IV Ayuntamiento, por responsabilidades que se atribuyen directamente al Secretario de Finanzas.
Hace unos días tribunales administrativos y laborales, ordenaron la reinstalación de cuando menos 8 empleados del gobierno municipal que fueron cesados al inicio de la actual administración.
La reinstalación incluye por cierto el pago de salarios caídos por los 12 meses en que los empleados estuvieron “corridos”. Se ignora exactamente a cuanto asciende el costo financiero para el gobierno municipal, pero se sabe que entre los 8 empleados acumulan también 6 ceros.
Los señalamientos de responsabilidad para Romero Sapiens abundan tanto como los pretextos, del tipo, “es que se me olvidó”, o “de plano no me di cuenta”, o “es que no me avisaron a tiempo”.
Este último argumento es el que invoca el Secretario de Administración y Finanzas, para justificar porque durante el año 2008, no se llevó a cabo ninguna acción de regularización de fraccionamientos, que también tuvo un alto costo financiero para la administración pública municipal.
Resulta ser que en la Ley de Ingresos del Gobierno Municipal para el ejercicio del 2008, se proyectó un ingreso de alrededor de 30 millones de pesos, que se calculó provendrían de la firma de convenios de regularización de fraccionamientos. Ningún convenio se firmó porque el Secretario de Administración y Finanzas, estipuló en la Ley de Ingresos que estos programas de regularización, “deberán ser protocolizados ante la dependencia estatal denominada corette”.
La Corette, como se sabe, desapareció desde principios de año, para dar paso al Instituto de Vivienda del Estado, y al Secretario de Administración y Finanzas, “se le olvidó” formular las correcciones necesarias a la Ley de Ingresos del Municipio, razón por la cual ningún convenio de regularización fue firmado durante el año 2008.
“Nadie me avisó” del cambio de dependencias en el gobierno del estado, asegura Romero Sapiens.
La más reciente queja es la del contratista al que se le encargó techar el patio de la “Casa Municipal”.
De acuerdo al contratista, Romero Sapiens no le entregó el anticipo convenido, y por eso dejó el trabajo a la mitad.
Son muchos funcionarios y muchas las razones que argumentan para solicitarle al alcalde Torres Chabert, un cambio al más alto nivel en la Secretaría de Administración y Finanzas.
Para seguir en el cargo, Romero Sapiens, solamente tiene un argumento, y es quizá la suya una razón más poderosa: La amistad.
Se sabe que al alcalde Hugo Torres Chabert, no le gusta que se le presione, ni se le diga cuales son los cambios que se tienen que hacer, mucho menos, si las sugerencias involucran a ciertos personajes con quien le unen viejos y muy fuertes lazos de amistad.
Si algo tiene el alcalde Torres Chabert, es que es de los que pone una fe ciega en los amigos, en quienes ha depositado una confianza que no siempre ha sido recíproca, pues han sido éstos, los amigos, los que no han permitido que avancen los proyectos del alcalde.
El ejemplo emblemático de esto que se dice fuerte y quedito en los corrillos de la “Casa Municipal”, es el caso del Secretario de Finanzas y Administración Pública del IV Ayuntamiento, Juan Carlos Romero Sapiens, a quien se atribuyen una serie de “errores” y no pocos caprichos, que han resultado en un elevado costo político y económico para la administración que encabeza Torres Chabert, que han terminado perjudicado seriamente a áreas estratégicas del gobierno municipal, principalmente el área de Seguridad Pública, Desarrollo Social y Obras Públicas, eso sin contar los graves problemas de liquidez que tuvieron la mayoría de dependencias para cumplir con sus obligaciones contraídas con proveedores del ayuntamiento.
El Secretario de Seguridad Pública, Eduardo Montero Alvarez, es de los pocos, por no decir el único, que se ha atrevido a señalar públicamente la responsabilidad de Romero Sapiens, a quien le ha imputado, en público y en privado, la culpa de la Policía Municipal, no tenga los insumos más elementales para cumplir su tarea.
A decir de Montero Alvarez, por culpa de Romero Sapiens, las Patrullas de la Policía Turística, se encuentran “empeñadas” en un taller, luego de que el Secretario de Finanzas no libera los recursos para que se les sean entregadas a los oficiales que en vez de andar cumpliendo con su deber en las calles, se la pasan acuartelados viendo televisión.
Otra que le endilgó Montero Alvarez a Romero Sapiens, es el retraso en la adquisición de uniformes y botas, porque el Secretario de Administración y Finanzas, hizo todo lo que estuvo a su alcance para evitar su adquisición, alegando ciertos procesos de licitación, que se llevaron casi un año; aunque el reglamento de compras establece plazos máximos de un mes, para llevar a cabo este tipo de operaciones.
Pero no es Montero Alvarez el único que se ha quejado de Romero Sapiens.
Manuel Zermeño, aquel que fuera coordinador financiero de la campaña de Hugo Torres Chabert, y quien ocupara por espacio de algunos meses, hasta junio del presente año, el cargo de Oficial Mayor del IV Ayuntamiento, pronosticó al momento de su salida, que la confianza que Hugo Torres había depositado en Romero Sapiens, iba a ser la causa de muchas de sus desventuras.
Antes de irse, Zermeño, sostuvo una reunión en el restaurante Pelícanos, con regidores priístas del IV Ayuntamiento, y con algunos funcionarios de primer nivel emanados de ese partido, para exponerles el enorme riesgo que representaba para el gobierno municipal y el propio alcalde Torres Chabert, lo que denominó “la capacidad de intriga barata” y “chantaje sentimental” con que Romero Sapiens buscaba asumir el control de la administración pública municipal.
Zermeño, advirtió que no aceptaría ser reinstalado, antes de dar su versión de lo que llamó una “infamia” que le había inventado el Secretario de Administración.
Se ventiló en la mesa de esa reunión que cierta tarde, Romero Sapiens se presentó ante las oficinas del alcalde Torres Chabert, para plantearle una situación delicada que ameritaba la renuncia del oficial mayor.
Romero Sapiens, se presentó acompañado de un chamaco –cuyo nombre se omite por razones obvias—y acusó a Zermeño de acoso sexual. Romero Sapiens solicitó al alcalde la renuncia del oficial mayor, apercibiéndole de que en caso de negativa, se procedería a presentar una denuncia penal, la cual afirmó ya se encontraba elaborada.
Zermeño se quejó de que todo había sido una maniobra de Romero Sapiens, quien afirmó entonces, “fue a chantajear” al alcalde, con armar un escándalo de proporciones mayúsculas, si el oficial mayor no era removido.
Como quiera que hubiera sido, Zermeño obtuvo una jugosa liquidación de seis dígitos, porque el suyo fue un “despido injustificado”, al no habérsele probado fehacientemente el señalamiento de acoso.
La liquidación de Zermeño, impactó seriamente las finanzas de la administración pública.
Pero no fue el único costo financiero que ha tenido que absorber el IV Ayuntamiento, por responsabilidades que se atribuyen directamente al Secretario de Finanzas.
Hace unos días tribunales administrativos y laborales, ordenaron la reinstalación de cuando menos 8 empleados del gobierno municipal que fueron cesados al inicio de la actual administración.
La reinstalación incluye por cierto el pago de salarios caídos por los 12 meses en que los empleados estuvieron “corridos”. Se ignora exactamente a cuanto asciende el costo financiero para el gobierno municipal, pero se sabe que entre los 8 empleados acumulan también 6 ceros.
Los señalamientos de responsabilidad para Romero Sapiens abundan tanto como los pretextos, del tipo, “es que se me olvidó”, o “de plano no me di cuenta”, o “es que no me avisaron a tiempo”.
Este último argumento es el que invoca el Secretario de Administración y Finanzas, para justificar porque durante el año 2008, no se llevó a cabo ninguna acción de regularización de fraccionamientos, que también tuvo un alto costo financiero para la administración pública municipal.
Resulta ser que en la Ley de Ingresos del Gobierno Municipal para el ejercicio del 2008, se proyectó un ingreso de alrededor de 30 millones de pesos, que se calculó provendrían de la firma de convenios de regularización de fraccionamientos. Ningún convenio se firmó porque el Secretario de Administración y Finanzas, estipuló en la Ley de Ingresos que estos programas de regularización, “deberán ser protocolizados ante la dependencia estatal denominada corette”.
La Corette, como se sabe, desapareció desde principios de año, para dar paso al Instituto de Vivienda del Estado, y al Secretario de Administración y Finanzas, “se le olvidó” formular las correcciones necesarias a la Ley de Ingresos del Municipio, razón por la cual ningún convenio de regularización fue firmado durante el año 2008.
“Nadie me avisó” del cambio de dependencias en el gobierno del estado, asegura Romero Sapiens.
La más reciente queja es la del contratista al que se le encargó techar el patio de la “Casa Municipal”.
De acuerdo al contratista, Romero Sapiens no le entregó el anticipo convenido, y por eso dejó el trabajo a la mitad.
Son muchos funcionarios y muchas las razones que argumentan para solicitarle al alcalde Torres Chabert, un cambio al más alto nivel en la Secretaría de Administración y Finanzas.
Para seguir en el cargo, Romero Sapiens, solamente tiene un argumento, y es quizá la suya una razón más poderosa: La amistad.
