Los agentes son acusados de cometer una serie de abusos en contra de un residente de California, Estados Unidos

Playas de Rosarito, 22 de octubre de 2012.- Los policías municipales Reynaldo Pérez Nieto, Christian Arturo Franco Balderas y Leónides Montoya Márquez enfrentan un procedimiento ante la Sindicatura Municipal por ser los presuntos responsables de extorsionar a un turista.
El Director de Seguridad Pública Municipal, Francisco Castro, informó que la presunta víctima narró una serie de abusos presuntamente cometidos en contra de su persona.
El afectado, quien manifestó ser residente del estado de California, Estados Unidos, relató que el sábado 20 de octubre, a las 3:00 horas, se encontraba en el establecimiento denominado Papas and Beer cuando salió a la vía pública a solicitar servicio de taxi para trasladarse al hotel Festival Plaza.
Precisó que un taxista acordó cobrarle la cantidad de 5 dólares, por lo que aceptó dicho servicio; no obstante, al llegar a su destino, el taxista dijo que no eran 5, sino 20 dólares la tarifa que le cobraría.
El turista se negó a pagar, pues expuso que ese no había sido el trato inicial, por lo que el chofer se quedó molesto.
Al descender del vehículo, el hombre caminó hasta el establecimiento denominado Macho Taco. Después subió al segundo piso de la negociación. En ese momento se percató de que alguien lo había despojado de su billetera. Siguió a dicha persona a la planta baja del inmueble y vio que realizaba una llamada telefónica. Tres minutos después llegaron agentes de la Policía Municipal, quienes platicaban con el taxista.
Según el testimonio, el taxista señaló al turista ante los agentes y les afirmó que le debía 20 dólares. Ante las acusaciones, los policías sujetaron al turista y lo amenazaron con llevarlo ante el Juez Calificador en caso de negarse a pagar la cifra antes mencionada.
El turista se negó a pagar, por lo que fue subido a la patrulla y trasladado a una oficina. Uno de los policías lo introdujo al inmueble, mientras que el otro se quedó esperando en la parte de afuera. En el interior se encontraba un tercer elemento policial sentado detrás de un escritorio.
Los policías acusaron al turista de tener una deuda de 20 dólares y le advirtieron que si no los pagaba iba a quedar detenido durante doce horas. Ante la amenaza, el turista sacó un billete de 10 dólares y los puso sobre el escritorio para completar 15 dólares y propuso a los agentes que lo dejaran ir al hotel para completar la cantidad requerida.
Los policías rechazaron la propuesta y le dijeron que se tenía que quedar. Después llegó el Juez Calificador, quien dijo que si el turista no pagaba los 20 dólares, él como Juez le iba a cobrar 180 dólares para salir, bajo la amenaza: “Si no pagas te quedas detenido”.
El turista pidió al Juez que le explicara por qué tenía que pagar tal cantidad, a lo que recibió como respuesta: “Porque tienes que pagar”. El detenido preguntó que si podía hablar a unos amigos para que lo ayudaran en este problema, pero no le fue permitido hacer la llamada.
Enseguida, el turista expuso al Juez que sólo podía sacar 100 dólares de su tarjeta y el Juez le dijo que fuera a sacar ese dinero. En el exterior estaban el taxista, dos policías y el Juez platicando. El Juez le dijo al turista que se fuera al otro lado de la calle a sacar el dinero y el taxista lo siguió, mientras los policías lo vigilaban para que no escapara.
Cuando el turista sacó el efectivo, el taxista le pidió 30 dólares, por lo que le entregó un billete de 200 pesos y otro de 100 pesos.
Al regresar a la oficina, el Juez le preguntó al taxista: “¿Agarraste tu dinero?”. El taxista contestó: “Sí”. Acto seguido, el Juez dijo que con el dinero que sobró pasara a la oficina y pagara la cantidad de 700 pesos al otro policía que estaba sentado en el escritorio.
El turista, le preguntó a dicho agente que en dónde estaban los 10 dólares que inicialmente dejó en la mesa, a lo que el policía contestó que no sabía. Otro policía tomó los 700 pesos. El turista solicitó que le entregaran un comprobante de pago, a lo que el agente le respondió: “Aquí no tenemos recibos”. Luego acudió con el Juez, a solicitarle un comprobante, a lo que otro policía le contestó: “Señor, ya es tiempo de que se largue”.
Al salir de la oficina, el presunto afectado expuso los hechos al Director de Seguridad Pública Municipal, por lo que le fue presentado un álbum de los miembros activos de la Policía Municipal a fin de que reconociera a las personas que acababan de realizar los hechos antes relatados.
El turista identificó de manera clara y sin temor a equivocarse a Reynaldo Pérez Nieto y a Christian Arturo Franco Balderas como los agentes que lo detuvieron y a Leónides Montoya Márquez, como el policía que estaba sentado detrás del escritorio.
Por tales motivos, Francisco Castro presentó una denuncia ante la Sindicatura Municipal en contra de los tres agentes de quienes se está solicitando su suspensión por los actos indebidos que ocasionaron.